En el jardín de niños, las condiciones, los momentos, tiempos y espacios en los que se habla cambian radicalmente si se comparan con las oportunidades que hay para ello en el ambiente familiar. En el grupo se amplían las oportunidades para expresarse, siempre y cuando la educadora sepa promover estas oportunidades y favorecer a través de ellas a quienes más lo necesiten.