Un rompecabezas representa un desafío que si se supera genera gran satisfacción en el niño y eleva su autoestima; mantiene la atención y concentración del niño; permite mantener la curiosidad por componer lo que no se conoce; trabaja la tolerancia del niño y su capacidad de espera ante la dificultad; su armado le permite la exploración y manipulación de piezas, ayudando al mismo tiempo a desarrollar la motricidad fina, pudiendo ser más hábiles en el uso de los músculos de sus pequeños dedos que utilizan para recoger y armar pequeñas piezas.
